“Bolivia ya no es un país enano, mendigo; dimos pasos importantes con la industrialización de los recursos naturales y eso seguirá gracias al pueblo boliviano y su lucha”, dijo ayer el presidente Evo Morales en la inauguración de la Planta Industrial de Cloruro de Potasio, en el salar de Uyuni, Potosí.
En el acto participaron el vicepresidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Álvaro García Linera; los ministros de Energías, Rafael Alarcón, y de Trabajo, Héctor Hinojosa; los gobernadores de Potosí, Juan Carlos Cejas, y el de Oruro, Víctor Hugo Vásquez, viceministros del área energética, alcaldes de los 40 municipios potosinos, representantes originarios y población.
Las autoridades destacaron el emprendimiento que coloca al país en el tercer lugar de Suramérica en producción de cloruro de potasio y noveno en el mundo, sitial que traerá grandes beneficios y utilidades para Bolivia, y en especial para el departamento potosino.
La industria demandó una inversión de $us 188 millones de recursos propios del Estado que será recuperada en los próximos cinco años, tomando en cuenta que el valor comercial del cloruro de potasio es de $us 200 a $us 250 la tonelada y que la capacidad de producción de la factoría es de 350 mil toneladas por año.
Según el Gobernador potosino, después de varios años (35) de intentar industrializar y procesar estos recursos evaporíticos, hoy son una realidad gracias a la entrega y compromiso del presidente Evo Morales, quien inició una política de nacionalización e industrialización de los recursos naturales del país desde que asumió el mandato en 2006.
Con la puesta en funcionamiento de esta fábrica, Bolivia ingresa en la era de la industrialización de los recursos evaporíticos. Su planta será operada íntegramente por profesionales y trabajadores bolivianos, que fueron capacitados y formados en las mejores universidades de Europa y Asia.
En la oportunidad, el Presidente destacó la entrega de los ministros de Estado para hacer realidad un sueño de más de 35 años, con plata y esfuerzo de los bolivianos, sin depender de ninguna intromisión extranjera como se pretendía o se hacía en el pasado.
De acuerdo con el Jefe de Estado, los gobiernos neoliberales negociaron entregar los recursos naturales a empresas transnacionales, como a Lithco de Estados Unidos; sin embargo, la defensa de los cívicos de entonces frenó ese proyecto.
“Hoy Bolivia ya no es un país enano ni mendigo, dimos pasos importantes con la industrialización y eso seguirá gracias al pueblo boliviano y su lucha”, complementó.
La inauguración concentró a centenares de personas de varias regiones, comunidades y municipios de Potosí, quienes protagonizaron una pequeña entrada folklórica al son de las tarkas, zampoñas, tambores, bombos y platillos.
La celebración fue acompañada por efectivos militares, helicópteros de la Fuerza Aérea Boliviana (FAB) y globos aerostáticos.
Con la máxima capacidad en 2020
La producción de la Planta Industrial de Cloruro de Potasio, inaugurada ayer por el presidente Evo Morales, logrará su máximo potencial en 2020.
“Este año (octubre, noviembre y diciembre) empezaremos de forma reducida. Tenemos previsto alcanzar entre 35 mil y 40 mil toneladas, las cuales ya están comprometidas para su comercialización en Brasil”, informó el gerente de Yacimientos del Litio Bolivianos (YLB), Juan Carlos Montenegro.
Se incrementará paulatinamente y para 2019 subirá a 120 mil toneladas, y desde 2020 se espera alcanzar la potencialidad plena con 350 mil toneladas por año.
El cloruro de potasio es un fertilizante o mejorador de la calidad de la tierra para optimizar la producción agrícola. Contiene alta concentración de potasio y puede usarse en combinación con otros abonos.
Para exportar
Montenegro aclaró que no es muy común ni demandado en el mercado interno, por lo que la producción total se destinará a la exportación.
“Este año, el mercado está asegurado (Brasil), del que esperamos captar $us 12 millones; para 2019 también será Brasil, pero hay interés de Paraguay y Argentina”, añadió y dijo que la factoría generará 210 empleos directos y más de 2.000 indirectos.
Su puesta en operación representa uno de los pasos más importantes en el proceso de industrialización del mineral, tomando en cuenta que la factoría es una de las más grandes y modernas del continente suramericano.
“Es totalmente automatizada y maneja un comando de controles que supervisa todo el proceso de industrialización del litio, pero eso requiere de elemento humano”, dijo.
El Gobierno boliviano lleva adelante el proyecto de industrialización del mineral con una inversión de al menos 900 millones de dólares en tres fases.
La primera comenzó en 2012 con el desarrollo del proceso tecnológico y la producción de plantas pilotos de fertilizantes que fueron comercializados en el mercado interno.
Tercera fase
La segunda etapa comenzó en 2016 con las factorías de cloruro de potasio y carbonato de litio para la exportación, con sus respectivas piscinas industriales para garantizar el insumo que se requiere para elaborar las sales básicas.
La tercera es la producción de cátodos y baterías de litio, que comenzó el viernes 5 de octubre con la suscripción de la Minuta de Constitución Mixta entre Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB) y la empresa alemana ACI Systems para la edificación de tres industrias por $us 1.200 millones.
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