viernes, 9 de agosto de 2013

Ismael Cala: “Evo es un referente mundial; no nació líder, pero se hizo”

Hoy se destaca en CNN, pero el camino no fue fácil, usted durmió en un parque y luego la pasó mal en Canadá, ¿Cómo fue ese proceso?

No fue fácil. Nací en una familia muy humilde. Mi papá fue ingeniero químico, pero por problemas de esquizofrenia fue inhabilitado cuando apenas tenía 40 años. Dejó de trabajar y tenía una pensión mínima. Mi madre, una secretaria con un salario muy modesto.

De hecho, su carrera comenzó a los ocho años.

Sí, en una radio de programación infantil. Hacía programas dramatizados como actor y locutor, gracias a que mi madre me llevaba. Es verdad que dormí una noche en un parque en la capital, y la verdad que me sentí muy mal; qué decisión he tomado, pensaba. Al día siguiente, una compañera de trabajo me ofreció un cuartito de servicio, donde no cabía nada.

¿Cómo era?

Muy chico, viví ahí un año. Tenía un palito para colgar la ropa, en una esquina estaba el sanitario y un tubo, que era la ducha. Después, al llegar a Toronto, Canadá, tuve que ir a un cuarto que no tenía nada, y dormí en la alfombra por un tiempo, lo único que lamenté fue la gran infección de garganta que tuve.

Ya era famoso en Cuba, ¿por qué decidió irse a Canadá?

Es que no era Canadá, era el mundo y yo necesitaba salir de esa isla. No era solo político el tema, sino un problema de libertad personal. No podía viajar, yo debía salir a un país en el que pudiera rehacer mi vida y tener la libertad para conocer el mundo. Me invitaron como animador de un evento de una delegación cubana en Toronto, y me quedé. No volví a Cuba, me tomaron como un traidor, y no lo fui.

¿Sus familiares sabían que se iba a quedar?

Lo sabían y sufrieron mucho. Al extremo que mi abuela murió de tristeza cuando no regresé. Me dolió mucho no poder estar en su entierro. Murió mi papá, mi tía abuela, como una madre para mí, y hace 12 años que no voy. Al año que viene voy a intentarlo. Mi mamá está conmigo en Miami desde hace algunos años.

La esquizofrenia ha estado muy cerca de su familia, incluso se ha llevado a personas muy cercanas, ¿no es así?

Sí, mi abuela y mi tía se quitaron la vida, mi papá intentó ahorcarse. No pudo hacerlo porque como perdió su brazo izquierdo a los ocho años, le fue difícil. Uno de mis dos hermanos padece la enfermedad.

¿Cómo llegó a CNN?

Hice una pasantía de tres meses en CNN Atlanta e hice contactos para quedarme. Propuse hacer algo desde Toronto, por suerte, poco después se produjo la visita del papa Juan Pablo II y la cubrí con un camarógrafo.

¿Otra gran cobertura?

Los huracanes, porque hasta cierto punto la adrenalina de cubrir un fenómeno natural expone tu vida, te pones en riesgo. Casi me electrocuto con un micrófono cuando fuimos a cubrir un fenómeno de este tipo en Melbourne. Antes de salir, me pasó el corrientazo, gracias a Dios no fue en vivo porque hubiera quedado como un blooper. El técnico le colocó un preservativo al micrófono para solucionar el problema.

¿Qué bolivianos entrevistó?

Tuve la suerte de hacerle la última entrevista al periodista Cayetano Llobet; estuvimos en contacto con su familia que quedó muy agradecida con esa entrevista. El exministro Carlos Sánchez Berzaín, que fue una charla dura, tocó ser incisivos, inquisitivos (en esa ocasión),

Evo Morales es entrevistado con frecuencia, ¿lo invitan?

Sí, nos concede entrevistas muy a menudo. No estoy seguro de si llama, pero muchos gobiernos suelen llamar cuando quieren hablar de algún tema.

¿Qué opina de Morales?

Un referente mundial. No nació líder, se hizo en el camino. Atrae cómo llegó a la presidencia.

Perfil

Ismael Cala - Periodista conductor en cnn

Sobre periodismo

“Antes, los medios de comunicación convencionales tenían todo el poder de la información. El receptor era pasivo. Hoy, todos producimos información en Facebook, Twitter y YouTube. Por ello los periodistas debemos ser mucho más creativos, generar opinión, contexto, crónicas, investigación, debate; es decir, reorientar servicio utilitario que ya no es dar el titular, porque esa tarea ya la asumieron las redes sociales.

Bolivia es el primer país en el que se distribuye su libro El poder de escuchar. Se vende en La Paz en la librería Lectura, mientras que en Santa Cruz se distribuye en El Ateneo. Es una mezcla de periodismo y autobiografía”

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