Morales Talento en la ONU

El presidente de Bolivia, Evo Morales, se vistió ayer de futbolista para un partido amistoso por el fin de la violencia contra las mujeres que organiza el PNUD durante la Asamblea General de la ONU y confesó que sus equipos favoritos son “en el fútbol español, el Madrid. En el europeo, el Barcelona”.

Morales habló así de sus preferencias futbolísticas en una conversación con Bibiana Aído, exministra de Igualdad del Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero, que ahora ocupa el puesto de asesora para América Latina y el Caribe en ONU Mujer.

Aído también acudió junto a la administradora asociada del Programas de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Rebeca Grynspan, a este encuentro entre diplomáticos, políticos y empleados de organismos internacionales que tuvo lugar en la isla neoyorquina Roosevelt y en el que el equipo del presidente boliviano, al contrario que el año pasado, perdió 7 a 6 con un gol de último minuto del equipo contrario.

Desde el PNUD, recibieron a Morales como “un campeón en igualdad”. “En Bolivia las mujeres están por encima de los varones y espero que no lo interpreten mal”, bromeó el mandatario.

“Las dos presidentas de nuestras cámaras son mujeres”, dijo, refiriéndose a Gabriela Montaño Viaña, presidenta de la Cámara de Senadores, y a Betty Asunta Tejada Soruco, presidenta de la Cámara de Diputados.

Morales compartió escuadra de color azul con Joao Francisco Pereira, de la Misión de Brasil ante las Naciones Unidas, o el español Pablo Gago, trabajador del PNUD. Su camiseta, además, rezaba “Paz en Siria”.

En el equipo rival, de color naranja, estaba el director del PNUD para América Latina y el Caribe y asistente de la Secretaría General de la ONU, el chileno Heraldo Muñoz, y Morales no pudo ver cómo su equipo era derrotado, pues tuvo que abandonar el encuentro antes de que finalizara.

Eso sí, antes estuvo haciéndose fotos con algunos niños y con la dos mujeres que también disputaron el encuentro (dos diputadas parlamentarias noruegas), calentando, lanzándose balones con sus compañeros y probando el balón con el que se abanderó otra causa, esta vez la del ahorro de energía, puesto que contaba con un mecanismo generador de electricidad a través del movimiento y que con 30 minutos de partido, puede encender una bombilla durante tres horas.