“Algunos jerarcas de la Iglesia Católica deberían hacer su partido, un partido pro imperialista, pro capitalista para no tener diferencias, somos sinceros y directos, no tenemos nada que ocultar”, dijo en conferencia de prensa en Roma, capital de Italia.
Lamentó que algunos jerarcas católicos no entiendan el mensaje de Francisco, de estar a lado de los humildes y del pueblo, por lo que consideró como un “acto de rebeldía” de los prelados bolivianos ante el mensaje del Obispo de Roma, cabeza de la Iglesia Católica a nivel mundial.
En la oportunidad, Morales dijo que pidió al Santo Padre la canonización del sacerdote jesuita Luis Espinal, asesinado por la dictadura en 1980, y en ese sentido dijo que ahora es tarea de la Iglesia Católica en Bolivia y la comunidad jesuita en específico que presenten un estudio bibliográfico e histórico del sacerdote español, nacionalizado boliviano.
“Nos dijo que sólo es tiempo”, y que se debe cumplir con el trámite eclesial para que el religioso sea beatificado, primeramente, y luego canonizado para llegar a ser santo, explicó Morales.
Además aseguró que ningún sector social ni ninguna secta religiosa se va a oponer, porque él (Espinal) representa esa lucha de los pueblos en Bolivia, la lucha contra las dictaduras militares y que le llegó a costar la vida, cuando en 1980 los militares, encabezados por Luis García Mesa, lo asesinaron por sus cuestionamientos a la forma en la cual ejercían el gobierno dictatorial.
Doble moral del imperio
Desde el Foro de la Pontificia Academia de las Ciencias Sociales del Vaticano, el presidente Morales cuestionó la política de doble moral que tiene el imperialismo estadounidense, sobre todo en los asuntos relacionados con la democracia y los derechos humanos.
“Estamos cansados de la doble moral del imperio, hablan de democracia, sin embargo solo defienden a los ricos (…) en los países del sistema capitalista financian las candidaturas los banqueros y empresarios, no importa quién gane, y el presidente electo no gobierna, sino los banqueros y transnacionales, entonces ¿para qué sirve la democracia?, ¿de qué democracia nos puede hablar el sistema capitalista?”, cuestionó el Presidente ante la audiencia reunida en el Tercer Encuentro Mundial de los Movimientos Sociales.
Junto con Morales estuvieron de expositores el presidente del Ecuador, Rafael Correa, y el precandidato presidencial de los Estados Unidos Bernie Sanders, de quien dijo sentirse “sorprendido” por su postura anticapitalista.
Además indicó que desde el Gobierno norteamericano “nos hablan de la paz, pero todos los días quieren guerra y provocan guerra, hablan de los derechos humanos y no paran de destruir pueblos enteros. ¿Cómo está Irak?, ¿Cómo está Libia?, seamos sinceros y hablemos la verdad”.
Para Morales, el capitalismo “es insostenible” y comparó con lo que ocurre en los países latinoamericanos de tendencia progresista y socialista, “en nuestros países de América Latina los recursos naturales nunca pueden estar en manos del sector privado, los servicios básicos no pueden ser de servicio privado, sino público” dijo.
La tendencia socialista, de gobernar junto al pueblo y que las autoridades estén al servicio de la población, es reflejo —aseveró el Presidente boliviano— de la vivencia que tuvo Jesucristo, “la Iglesia Católica no puede estar al lado del capitalismo, sino del socialismo comunitario, no puede estar con la derecha del imperio, sino con la izquierda de los pueblos”.
Enfrentar los golpes suaves
Antes de su intervención en el encuentro convocado por el papa Francisco, Morales brindó una conferencia de prensa en la que también arremetió contra el imperialismo y su intención de querer romper el avance socialista en el continente sudamericano a través de los denominados golpes suaves.
“Para presidentes, presidentas, expresidentes, expresidentas que son antiimperialistas; para ellos ahora ya no hay un golpe militar, sino es un golpe judicial o un golpe congresal, el imperio norteamericano cambió de golpistas, nuestras Fuerzas Armadas ya están con el pueblo y ya no están con el imperio, como antes”, manifestó.
En 2005 —dijo— surgió el movimiento de la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de América (ALBA), al cual se sumaron varios países, hasta el golpe de Estado que se dio en Honduras, tras su ingreso al bloque de integración regional, “parecía que querían dar una lección a los otros países caribeños, con un golpe militar en Honduras paró ese crecimiento” de países en el ALBA.
Una de las formas que el imperialismo encontró para tratar de derrotar al proceso de cambio que lidera Evo Morales es menoscabar su integridad con una guerra sucia, “como no pueden derrotarnos ni en la parte económica, ni política, ni social” quieren afectar “el patrimonio de Evo, que es la honestidad”, aseguró.
Morales concluyó su visita a la Santa Sede y retornó a Bolivia, donde hoy cumplirá una agenda de trabajo con entrega de obras.
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