jueves, 9 de junio de 2016

Evo queda fuera del fútbol por un año y debe usar muletas un mes

El pedido y preocupación de quienes llegaron hasta la clínica Los Olivos es que el presidente Evo Morales se recupere lo más rápido posible de la cirugía. Los médicos y amigos relacionaron su temporal discapacidad con la mayor pasión del Primer Mandatario, el fútbol.

Las cuatro lesiones (dos ligamentos y dos meniscos) que sufrió Morales son severas y la cirugía de reconstrucción lo alejará al menos 12 meses de las canchas de fútbol.

Los médicos saben que el Presidente es un deportista activo y muy pocas veces se queda sin hacer ejercicio. Juega fútbol al menos dos veces por semana.

Pero ayer, tras 3 horas y 15 minutos de intervención quirúrgica, los tres traumatólogos ortopedistas: Nils Calderón, Jorge Terrazas y Luis Bazán fueron claros en señalar que si el Presidente no se cuida y realiza sus labores de rehabilitación, los dos injertos colocados con una cirugía artroscópica en su rodilla izquierda no lograrán insertarse y la recuperación fracasará. Esta situación implicó un diálogo serio con el Mandatario y consiguieron el compromiso de que no se dejará llevar por su pasión y cumplirá al pie de la letra el tratamiento postoperatorio.

Su salud es compleja. El exjugador de la Selección Boliviana Marco Antonio Etcheverry tuvo una lesión menor que Morales y le costó recuperarse al menos ocho meses entrenando y haciendo fisioterapia en la rodilla dos veces por día. El Primer Mandatario no le dedicará tanto tiempo a su rehabilitación, por tanto se calcula que demorará un año en volver al deporte de alto impacto.

La operación empezó a las 8:30 de la mañana de ayer. Desde las 6 de la tarde de día anterior, Morales no recibió alimento, se comunicó con su familia y descansó.

Muy temprano llegaron las ministras de Salud Ariana Campero y de Comunicación, Marianela Paco. Ninguna declaró y dejaron la información a comunicados de prensa. El gobernador Iván Canelas tampoco se refirió al tema. El hijo de Evo, Álvaro estuvo a las 8.15 y al ingresar se tomó unas fotografías con las dirigentes cocaleras, entre ellas Juanita Ancieta. “Siempre rogamos por nuestro presidente para que le operen bien y empiece a hacer deporte”.

La Policía y el grupo de élite estaban ahí. A mediodía, el equipo médico dio su informe: fue un éxito, permanecerá hospitalizado dos días, por cuatro semanas usará muletas, fisioterapia por cuatro meses, ocho de ejercicios en gimnasio y a los 12, fútbol.



PERSONAS CON DISCAPACIDAD A las 12 llegaron las personas con discapacidad. La dirigente Maribel Nogales se mostró interesada por la salud del Presidente porque sufrió el accidente y “ahora tiene la esperanza de que al sentirse como una persona con discapacidad podría entenderles por qué piden renta mensual”.

La Policía no lo captó así y a pesar de que los estribillos del grupo de 10 personas “tenemos derecho, somos bolivianos”, “queremos una renta mensual”!, no eran estridentes ni su presencia obstaculizaba nada, los policías dirigidos por el comandante Luis Aguilar los engañaron para sacarlos de ahí.

Era mediodía, con sol pleno. Juan Carlos Peláez estaba en un ataúd. El grupo policial ofreció llevarlos a la sombra para evitarles una insolación, las personas con discapacidad aceptaron agradecidos sin sospechar que en realidad la intención era alejarles de la clínica. Aguilar tomó una de las cuatro esquinas del ataúd y junto a otros policías llevaron a Peláez a unos 200 metros del lugar, mientras el discapacitado no hacía más que gritar “soy boliviano, tengo derecho”. Después lloró y dijo sentirse como basura y que quizá llevarle a una cárcel sería mejor porque allí recibiría atención.

La prensa interpeló a Aguilar que no hacía más que repetir: “Perturbaban a los pacientes de la clínica particular, muchas gracias”. Nunca especificó quién ordenó el desalojo.

Explotaron los ligamentos y meniscos

El equipo médico solucionó cuatro lesiones, según el diagnóstico intraoperatorio:

1) Lesión ligamento cruzado anterior; 2) Lesión ligamento cruzado posterior; 3) Lesión menisco medial; 4) Lesión menisco lateral.

El médico Nils Calderón explicó que no se hizo ningún corte grande en la rodilla del Presidente, generalmente llega a 20 centímetros, sino solo dos puntos de menos de un centímetro cada uno por donde ingresó una cámara de televisión por donde se veían las lesiones.

Los ligamentos fueron reconstruidos con dos injertos de donantes y los meniscos suturados. Todo fue asegurado con tres botones, dos tornillos y una grapa.

Los ligamentos cruzados sirven para darle estabilidad a la rodilla, cuando éstos se rompen provocan cojera e inestabilidad.

"En este tipo de lesiones se realiza una reconstrucción de ligamento interior, en ocasiones con injerto del propio paciente o con injerto de tejido, que es el caso en esta ocasión”.

Para esta cirugía no necesitaron traer ningún equipo ni medicamento del exterior del país.

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