El presidente Evo Morales pidió hoy que la fábrica de cemento, que se construirá en el departamento de Oruro, esté lista antes de los tres años establecidos inicialmente en el contrato, documento que fue suscrito esta jornada entre la Empresa de Cementos de Bolivia (Ecebol) y el consorcio alemán-español, que se adjudicó la obra.
"Algo que no me gusta, la empresa dice que va ejecutar en 3 años tenemos una experiencia en tema de hidrocarburos en Yacuiba estamos invirtiendo más de 600 millones de dólares (...) ahí de dos años desde la firma vamos a entregar esa planta", dijo.
El jefe de Estado sugirió realizar una adenda al contrato para reducir el tiempo de entrega de la fábrica, que consideró podría ser de dos años.
"Calculo esto podrían acabar los compañeros empresarios en dos años por qué tres años no sé si hay que hacer una adenda queremos lo más antes posible la fábrica de cemento para no seguir importando (cemento)", mencionó.
La fábrica de cemento estará emplazada en la comunidad Jeruyo del municipio de Caracollo, sobre una extensión de 74 hectáreas.
La inversión para la construcción asciende a 244.159.000 dólares, además de un monto adicional para los gastos de operación con lo que la inversión sube a 306 millones de dólares, que provienen del Banco Central de Bolivia (BCB).
Se prevé que la producción anual alcanzará a 1,3 toneladas de cemento, ya que se tiene garantizada la materia prima (caliza), que según estudios previos realizados con Sergeotecmin llega a 208,7 millones de toneladas suficientes para 90 años de producción de cemento.
Morales manifestó que este proyecto que comienza a ejecutarse equilibra la inversión entre oriente y occidente y le devuelve a este último la posibilidad de desarrollarse, ya que esa parte del país estuvo postergada durante los 20 años del neoliberalismo, que sólo se dedicó a vender las empresas nacionales.
"En algunos es gas, en otro es minería, alimentos pero también para eso hay que acompañar construcción de caminos", señaló.
En el caso específico de la fábrica de cemento, pidió a los sectores sociales realizar un control social del avance de las obras, pero a la vez no interferir en el trabajo para que, precisamente, la empresa pueda concluir.
Informó que como contraparte, la Gobernación construirá un camino de 32 kilómetros de acceso de Caracollo hacia la fábrica, como también, dijo, están garantizados los servicios de agua, energía eléctrica y gas natural, indispensable para el funcionamiento de la cementera.
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