El presidente de Bolivia, Evo Morales, asistirá la próxima semana a la investidura de la mandataria de Chile, Michelle Bachelet, y se reunirá durante su estancia en ese país con intelectuales y movimientos sociales para hablar de la demanda marítima de su país, informó hoy una fuente oficial.
"Para no tener más dudas, quiero informar de manera oficial que el presidente se va trasladar a Santiago de Chile el día 10 por la tarde para participar en la entrega de mando y toma de posesión de la presidenta Bachelet", dijo el ministro boliviano de Exteriores, David Choquehuanca, en una rueda de prensa.
Choquehuanca anunció que el mismo día 10, Morales tiene previsto reunirse con presidentes y autoridades de países de la región y de Europa, entre ellos el ministro de Exteriores de Francia, Laurent Fabius, y al día siguiente asistirá a la toma de posesión de la mandataria chilena.
Agregó que, tras asistir al acto de investidura, Morales dará una conferencia sobre el tema "Mar para Bolivia" ante un grupo de académicos, intelectuales y artistas chilenos y después hará lo propio en un acto con movimientos estudiantiles y sociales al que asistirá junto a otros mandatarios.
Con el anuncio del canciller boliviano se despejan las dudas generadas por el mismo Morales, que el mes pasado dijo estar sorprendido por haber recibido una invitación para la ceremonia de investidura y que analizaría si iba o no a Santiago.
A preguntas de la prensa, Choquehuanca aclaró que no está prevista ninguna reunión con el nuevo Gobierno de Chile.
Consultado acerca de si Morales asistirá la noche del lunes a una cena que ofrecerá a los invitados el saliente presidente chileno, Sebastián Piñera, Choquehuanca agregó que el mandatario boliviano tiene previstas reuniones y compromisos y se verá "como está el ambiente".
Bachelet tomará posesión el 11 de marzo de la Presidencia de su país por segunda vez, tras el período 2006-2010.
El Gobierno de Bolivia presentó el 24 de abril de 2013, ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya, una demanda para que el tribunal obligue a Chile a negociar de buena fe una solución a la centenaria reclamación boliviana de recuperar su salida al océano Pacífico, perdida en una guerra de finales del siglo XIX.
En 2006, Morales y Bachelet establecieron una inédita agenda de diálogo de 13 puntos que incluyó por primera vez la reclamación marítima, pero no llegó a pasos concretos en ese punto.
Según el Gobierno de La Paz, el acercamiento no prosperó y se complicó con la Administración de Piñera, lo que ha tenido como consecuencia la presentación de la demanda en La Haya.
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