sábado, 1 de noviembre de 2014

Evo firma contrato para edificar otro palacio por Bs 252 millones

El Gobierno firmó ayer el contrato con la empresa Tauro SA para la construcción de la Casa Grande del Pueblo que sustituirá al actual palacio y tendrá un costo de 252.465.909 bolivianos.
El nuevo edificio estará concluido el 22 de enero de 2016.
El presidente Evo Morales aseguró que esta construcción no se trata de un "lujo” sino es una infraestructura, destinada a "servir mejor al pueblo” en coordinación con los sectores sociales.
"Yo no entiendo, lamentablemente algunos de nuestros hermanos protestan cuando hablamos de la Casa Grande. La Paz es sede del Gobierno y desde La Paz se administra a toda Bolivia, por lo que debemos construir más edificios para servir mejor a Bolivia”, fundamentó.
El ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, a nombre del Gobierno suscribió dos contratos, uno para la construcción y otro para la fiscalización.
La Casa Grande del Pueblo, según la agencia ABI, tendrá 29 niveles: 23 destinados a despachos, salas de reuniones, oficinas, auditorios y parqueo presidencial, dos helipuertos, tres sótanos y un nivel para ventilación, y se alzará sobre una superficie de 31.792 metros cuadrados.


En la construcción, según el ministro Quintana, se utilizará "material de primera” y no tendrá "símbolos coloniales”.

El Gobierno decidió la construcción de un nuevo edificio porque el actual palacio quedó como "una ratonera” para las actividades que debe realizar la Presidencia, comentó Morales.

Al menos tres ministerios funcionarán en el edificio que contará con un "gran hall” con capacidad para 700 personas, un patio cívico para 500 personas, un patio ceremonial con vista al Illimani y se prevé que el edificio tenga vidrios blindados y tecnología de punta para realizar transmisiones en directo.
El Jefe de Estado aseguró que este tipo de edificios ya no son un "lujo”, sino una necesidad porque la infraestructura también es para servir mejor al pueblo, en respuesta a los cuestionamientos por la construcción.

Quintana reprochó las críticas de la oposición, a quienes dijo que nunca sintieron la necesidad de construir un espacio más grande, porque tampoco tuvieron relación con el pueblo. "La comodidad no es incompatible con el acto de gobernar”, dijo.
El senador Germán Antelo, de Convergencia Nacional, calificó de un gasto "dispendioso” el monto de 252 millones de bolivianos para la construcción porque podía servir para la educación y la salud prioritariamente.
"Esos recursos económicos bien podían ser usados en salud, que es una de las mayores debilidades en el país y se podían haber invertido en hospitales de segundo y tercer nivel que no existen en las áreas rurales del país”, cuestionó Antelo.
No obstante, el Presidente expresó su deseo de que la empresa contratada trabaje hasta 20 horas al día y los fines de semana para entregar la obra en enero de 2016. "Mi gran deseo, que esté terminada lo más antes posible, con trabajo de 20 horas o por lo menos 18 horas o 16 horas no está por demás, eso es normal si queremos trabajar. Sábado, domingo trabajando en la noche no vamos a perjudicar al pueblo que se quiere movilizar”, dijo Morales.

Recordó que la obra debió estar lista para enero de 2015, pero ahora dio un plazo de algo más de un año a la empresa Tauro.

Punto de vista
Marcelo Silva
Analista político
Es una simbología del ejercicio del poder político

Es una de las grandes obras que el presidente Evo Morales ha hecho durante su gestión. Diría que hay dos tipos de mega obras que ha ejecutado.
Una orientada a demostrar la exitosa gestión pública como el teleférico, el satélite, que indudablemente son acciones que muestran un gasto de recursos económicos en bien de una función y gestión pública.
Otra está orientada a generar y mostrar símbolos de superioridad y de ejercicio de poder político. Ahí se podría circunscribir la Cumbre del G77, el Rally Dakar o la construcción de la Casa Grande del Pueblo.
Estos hechos muestran esta simbología establecida alrededor de que no sólo hay gestión pública, sino también hay un nuevo tiempo simbolizado en la construcción de grandes obras.
Más allá de ser un gasto dedicado a la simbología, que creo que es un gasto se trata de mostrar la fortaleza que dejará el MAS por su paso por el poder político en el país.

Una ratonera
Objetivo La Casa Grande será un espacio de interacción directa entre Gobierno y la población, justificó el Ejecutivo.
Pequeño Palacio Quemado quedó como una ratonera, afirmó el Presidente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario