sábado, 21 de diciembre de 2013

Evo llora en China y sueña con el satélite Bartolina Sisa

Una hora después de que el satélite de comunicación fuera lanzado al espacio, el presidente Evo Morales anunció que comienza un nuevo sueño: otro satélite, esta vez de prospección. Se llamará Bartolina Sisa, en honor a la líder indígena que era compañera de Túpac Katari.
Por ahora es un nuevo sueño del presidente, pero él ya hizo averiguaciones. En China le dijeron que su construcción demoraría 25 meses y que costaría $us 150 millones, para un artefacto de prospección, con una vida útil de siete años. No obstante, Evo Morales afirmó que no quiere apresurarse, que aún es necesario ver la factibilidad económica. Lo concreto es que se fue de China con esa idea en la mente.

El llanto del presidente

El nacimiento del satélite Túpac Katari emocionó al presidente Evo Morales tanto o más que cuando juró por primera vez a la presidencia de Bolivia.
Cuando el cielo se iluminó porque dos estelas del cohete se elevaban llevando el satélite de comunicación; Morales aplaudió, después abrazó al canciller David Choquehuanca y se quebró. Lloró mostrando el mismo rostro que todo el mundo vio cuando le colocaron la banda presidencial. Cuando los periodistas se acercaron a él, se dio la vuelta para disimular la emoción, pero no lo logró porque en la entrevista que concedió, durante poco más de 10 minutos, la voz se quebró en otras tres oportunidades. Uno de ellos fue cuando dijo que este artefacto es para Bolivia y para los bolivianos.

“Tenemos sentimientos”, respondió cuando se le preguntó por sus lágrimas y explicó que su emoción responde a que Bolivia, la que siempre fue postergada, ahora entró en la era espacial y es uno de los 50 países de Naciones Unidas con un artefacto en el espacio. “Si tenemos el satélite de prospección, estaremos entre los 25 países de Naciones Unidas con ese privilegio”, señaló.

Frente al coloso
La delegación, compuesta por cinco vehículos y otros seis buses, llegó a la estación espacial una hora antes del lanzamiento. La primera parada fue frente a Túpac Katari, que se veía imponente y que en la parte superior tenía pintadas la bandera de Bolivia y la wiphala, precisamente en la cápsula donde estaba el satélite.

La hora de espera se convirtió en un breve instante. De pronto las imágenes mostraban vapor alrededor del satélite y los técnicos comenzaron a gritar: 20, 19, 18… cero, ¡Ignición! El satélite había sido disparado y se elevaba rápido hacia el espacio. Tras breves segundos, desapareció en el cielo nublado de Xichang. La nieve seguía cayendo y el presidente comenzaba a llorar.

La idea nació en una zona pobre de La Paz en 2009
Emocionado como un niño, ayer las primeras palabras del presidente Evo Morales hablaban de un sueño cumplido. EL DEBER preguntó cuándo nació el sueño, contó que fue en 2009, en Caquiaviri (La Paz), cuando entregaba obras y veía que a Bolivia le faltaba comunicación.
Sus edecanes le decían que ya era tiempo de irse, pero el presidente no escuchaba. EL DEBER preguntó cuándo será lanzado el próximo satélite. La respuesta fue una sonrisa y un “vamos a planificar”. Tras el lanzamiento, la delegación se dirigió al centro de control de la estación espacial. Más de 50 monitores tenían al frente a un especialista chino y a uno boliviano, el director de la Agencia Boliviana Espacial (ABE), Iván Zambrana

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